Wilson

¿Por qué "Wilson"?
Porque soy como esa pelota abandonada en la playa de Náufrago: he rodado por mil lugares, pero nunca terminé de pertenecer a ninguno.
Mi vida ha sido una búsqueda constante—no de éxito, sino de sentido. Y cuando no lo encontré en un solo sitio, lo busqué en todos, incluso en los que no se ven:
-
Programación ("Tal vez el sentido esté en el código").
-
Idiomas (inglés, alemán, portugués, aymara... como si las palabras pudieran traducir mi confusión).
-
Arte (2D, 3D, dibujo y escultura—porque a veces el alma se expresa mejor en sombras y líneas).
-
Contabilidad ("¿Y si el orden numérico es la clave?").
Pero cuando ni eso funcionó, me refugié en las estrellas, en los tipos de personalidad, en la espiritualidad, en "Dios", en lo que no podía tocar:
-
Astrología (mi carta natal, el Medio Cielo, el Ascendente...).
-
MBTI ("¿Soy INFP o ENFP?").
-
La Matriz del Destino ("Quizá mi propósito esté cifrado en números y arcanos").
Mi biblioteca es un testimonio de esa desesperación sagrada: manuales de programación sepultados bajo libros de arte junto a diagramas de la Matriz del Destino y guías de contabilidad que juré dominar. Nada está en su lugar. Como yo.
No soy un experto en nada. Solo soy alguien que aprendió a sobrevivir coleccionando pedazos de sabiduría, como si cada libro, cada habilidad, fuera un salvavidas.
Esta es la historia de cómo casi me ahogo… y de lo que encontré bajo el agua.
(Continuará).